El cantante dice adiós a los escenarios con su última gira, «Que nos volvamos a ver».
El pasado 23 de marzo Rayden daba a sus seguidores la peor noticia que se podían encontrar:
“Dejo la música […] Me despido de los discos, las canciones y los escenarios para siempre”.
Termina así una exitosa carrera que ha llevado a Rayden a sacar 7 álbumes de estudio y a convertirse en todo un referente del rap y de la música en general.
Lo hace para dedicarse cien por cien a sus otras dos pasiones, la escritura y su hijo, del que no piensa volver a separarse más por motivo de su trabajo.
Para marcharse por todo lo alto, este artista madrileño ha planeado una gira de despedida que recorrerá durante este año y el próximo las ciudades más importantes de nuestro país.
Una oportunidad única de ver y escuchar en directo al artista por última vez. Así que, si todavía no lo has hecho, no te lo pienses más y compra tus entradas https://raydenoficial.com/conciertos/
Ayer fue el turno de Toledo de disfrutar de este último paso de Rayden por los escenarios, concretamente en el mágico enclave del Círculo de Arte.
Un concierto que reunió un repertorio de dos horas con las canciones más queridas por sus seguidores. Empezando por El gobierno de las canciones.
Su público se contagió de esa energía tan especial que tanto caracteriza al artista, que en ningún momento quiso que el espacio se llenara de lágrimas por el final, sino más bien de saltos, cantos y alegría para recordar el momento con una sonrisa.
A esta primera canción le siguieron otros éxitos, como A mi yo de ayer, Calle de la llorería (tema que estuvo a punto de competir en Eurovisión), Imperdible o Haz de luz, con la que cientos de luces iluminaron el espacio al son de “Quiero que nos volvamos a ver”
“Gracias por lo que nos habéis dado todos estos años”. Rayden no podía estar más agradecido con todo el amor que estaba sintiendo. La felicidad se podía notar en sus ojos.
Puede que ya no volvamos a disfrutar de él en directo, pero sus canciones y todo lo vivido junto a él siempre permanecerán en nosotros.
Larga vida a Rayden y, como dice su canción, que nos volvamos a ver.