Hozier conquista al público de Barcelona con una noche mágica en el Alma Festival

Crónicas Festival

Hozier hace emocionarse al público del Alma Festival con sus palabras.

El público del Poble Espanyol , a medida que pasaba el tiempo y se iba haciendo de noche, esperaba ansiosa la llegada de Hozier, quien subió al escenario cinco minutos antes de lo previsto, acompañado por los ocho miembros de su banda.

Iniciaron el concierto con “Eat Your Young”, del último álbum «Unreal Unearth: Unheard» (2024), que da nombre a la gira.

Después ‘Jackie and Wilson‘ sono animando a todos a dejar de lado la timidez y disfrutar al máximo. El público recibió a Hozier con entusiasmo, coreando canciones como ‘To Be Alone’ y ‘Unknown / NTH’.
En todo concierto de Hozier hay espacio para la protesta y la justicia social.

Nina Cried Power’, tributo a Nina Simone, activista por los derechos civiles, fue el momento clave de la noche.

Hozier explicó antes de la canción que no basta con indignarse, hay que actuar para garantizar la libertad y la igualdad.

Sus palabras resonaron con fuerza, apoyadas por la ovación del público. Hozier es conocido por la delicadeza de sus letras, pero sus actuaciones en vivo no pierden intensidad.

Canciones más enérgicas como ‘Francesca’ y ‘Angel of Small Death and the Codeine Scene’ hicieron vibrar al público, que no dejó de bailar. Sin embargo, cada vez que Hozier cambiaba de guitarra, la
audiencia se sumía en un respetuoso silencio.

Con su guitarra acústica, el ambiente se volvía íntimo y emotivo.
El momento culminante fue ‘Cherry Wine’. Solo en el escenario, con una luna roja de fondo, Hozier y el público susurraron la letra, creando una sensación de intimidad única. A medida que el concierto avanzaba, la audiencia sabía que el final se acercaba, pero aún esperaban ‘Take Me to Church’, su éxito de 2014.

La canción fue recibida con la misma pasión que el primer día, aunque dejó un sentimiento agridulce porque faltaba la querida ‘Work Song’. Finalmente, un último cambio de guitarra trajo la emoción de escuchar esta pieza, dejando al público extasiado.

Al final del concierto, Hozier repetía una palabra que recordaba bien: “Gracias”.
Gracias a él por una noche mágica, por crear un sentido de pertenencia y por compartir una velada tan especial con todos nosotros.