Christina Rosenvinge nos devolvió al pasado ayer en la Sala Paral·lel 62 (antigua Sala BARTS) de Barcelona.
Dentro del marco del prestigioso festival GuitarBCN 23, Christina llegaba radiante después de 30 años como si no hubieran pasado para ella.
Escenario llano, con luz más bien lúgubre, y acompañada de tres músicos (guitarra, bajo y bateria) nos trasladó al pasado envolviéndonos en una atmósfera completamente ochentera. Tal cual cómo si estubiéramos viviendo uno de sus directos con «Christina y los Subterráneos».
En la pista se olía la emoción de aquellos que ya habían vivido éste símil en sus mejores años.
Christina nos deleitó recordando las canciones de su disco «Que me parta un rayo», nombre que da a la gira por su 30 aniversario.
Empezó el directo con Tú por Mí, acompañada de los coros de los fans que la esperaban impacientes.
Pero la gota que colmó el vaso fue cuando hizo aparecer al escenario a su hijo para que la acompañara cantando Señorita, sonando divinamente a dos voces.
No faltaron temas como En el Coche, -aclamada por el público-, ¡Chas! Y aparezco a tu lado, entre otras del disco que la llevó a la fama hace poco más de 30 años.
