Pablo aparece entre penumbras con posado relajado.
Después de un atardecer de chubascos veraniegos en Barcelona y ante la incertidumbre del público por la posible anulación del directo, Pablo aparece entre penumbras con posado relajado, sentado en un taburete y deleitándonos los oídos con su voz y su guitarra.
Tras su doble actuación el pasado mes de marzo al Palau de la Música Catalana, el músico y cantautor malagueño no podía faltar a la 10a edición del Festival Jardins de Pedralbes que, cómo era de esperar, volvió a llenar todos los asientos con otro Sold Out.
Por desgracia, no pudimos quedarnos a saborear el resto de la velada que prometía ser golosa, pero tras las palabras del propio artista en su perfil de Twitter, deducimos que terminó con final feliz, a pesar de la lluvia: