El artista británico encandiló al publico catalán con sus canciones.
El artista británico encandiló al público catalán con sus canciones. Pero no es su única virtud cantar bien (o muy bien). Michael tiene un encanto innato que enamora por dónde pisa.
Ayer nos deleitó con su elegancia, su saber estar, su sentido del humor, la proximidad con la gente (hasta el punto de ponerse a firmar autógrafos en medio del directo o, ni corto ni perezoso, «robarle» el teléfono mobil a un espectador y ponerse a hablar en público por video conferencia con la persona que estaba al otro lado). Un CRACK!
Este showman travieso disfrutó como el que más jugando con sus movimientos sexys y vacilando a sus fans.
La potencia de su voz, su simpatía y la inmensidad transformada en melodía de la mano de sus tropecientos músicos, hizo que la velada fuera especial y única.
