'Corteo' del Cirque du Soleil en Barcelona

Barcelona se rindió anoche ante la magia de Corteo, el espectáculo del Cirque du Soleil que convierte un funeral en una celebración de la vida. Con una puesta en escena evocadora y números acrobáticos de alto nivel, la función dejó sin aliento a un Palau Sant Jordi lleno hasta la bandera.

Un viaje entre la vida y la muerte

Desde el primer instante, Corteo transporta al espectador a un mundo onírico, donde Mauro, un entrañable payaso, imagina su propio funeral rodeado de ángeles, acróbatas y personajes circenses. La escenografía, con grandes cortinas pintadas a mano y una plataforma giratoria que divide el escenario en dos mitades, crea una atmósfera de ensueño que refuerza la sensación de estar en una realidad paralela.

Acrobacias de otro mundo

Los momentos más memorables de la noche estuvieron marcados por la destreza de los artistas. Desde las trapecistas suspendidas de gigantescos candelabros hasta la delicada equilibrista que sobrevoló la platea sostenida solo por globos de helio, cada número despertó aplausos ensordecedores. Destacó especialmente la actuación de los voladores en camas elásticas, que desafiaron la gravedad con una sincronización impecable.

Música y emoción a flor de piel

La banda sonora en directo, con melodías que oscilaban entre la melancolía y la euforia, sumergió aún más al público en la historia. La voz de la soprano, combinada con los acordes de violines y acordeones, dotó a cada escena de una intensidad emocional difícil de describir.

Un final apoteósico

Tras casi dos horas de espectáculo, Corteo se despidió con una explosión de color y alegría, recordando que la muerte no es más que otra etapa de la vida. Con una ovación de varios minutos, el público barcelonés dejó claro que el Cirque du Soleil sigue siendo sinónimo de excelencia artística.

Si todavía no has visto Corteo, aún tienes oportunidad de hacerlo hasta el 6 de abril en el Palau Sant Jordi. No te lo pierdas, porque este es un espectáculo que se queda grabado en la memoria.